Se trata de la competición profesional de las unidades antiaéreas 'Cielo despejado', celebrada en la región de Krasnodar, en el sur de Rusia.
El misil impacta contra un imitador de una aeronave volando a baja altura.
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Los sistemas antiaéreos Iglá están destinados a destruir blancos aéreos de cualquier tipo que vuelan a bajas alturas: aviones, helicópteros, drones e incluso misiles de crucero.
El misil tiene un alcance de entre 5 y 6 kilómetros y se acelera hasta la velocidad de 570 metros por segundo —unos 2050 kilómetros por hora—. Además, es capaz de distinguir un blanco real entre los blancos térmicos falsos.
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