Inicialmente, la moción proponía abrir una negociación sobre esa consulta, pero finalmente solo se instaba al Gobierno a "respetar la decisión adoptada por el presidente de la Generalitat de convocar el referéndum para que los catalanes y las catalanas decidan sobre el futuro político, en cumplimiento del mandato democrático surgido de las urnas y después de reiteradas llamadas al acuerdo".
No obstante, incluso Unidos Podemos-En Comú criticó la iniciativa, que tacha de "confusa" y "contradictoria", pero ha anunciado que la acabará apoyando por entender que la culpa de esta situación la tiene el Gobierno del PP.
La votación se produce el 22 de junio, pero este 21 de junio los partidos debían anunciar su postura.
La moción añade que "después de la consulta del 1 de octubre se intente encontrar el espacio institucional parlamentario en el Congreso para dialogar con las autoridades catalanas ante la pérdida de voluntad de diálogo del Gobierno del Estado".