"Ante el silencio del mandatario mayor de la nación y de su exasesor especial, resultan incólumes las evidencias que emanan del conjunto informativo formado en estos autos al indicar, con vigor, la práctica de corrupción pasiva", dice un fragmento del informe.
Según la Policía, tanto Temer como su exasesor especial Rodrigo Rocha Loures, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, practicaron delitos de corrupción pasiva.
Rocha Loures es el hombre de confianza que Temer presuntamente nombró para que los ejecutivos del grupo cárnico JBS le dieran dinero con el que sobornar al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha para comprar su silencio.
Las acusaciones parten después de que saliera a la luz una grabación realizada por el dueño de JBS, Joesley Batista, quien mantuvo un diálogo con Temer en el que este daba presuntamente su consentimiento para que se entregara dinero semanalmente a Cunha.
El informe policial recuerda que se enviaron 82 preguntas al presidente para que aclarara este episodio, pero que optó por mantenerse en silencio, además de "sorprendentemente" pedir que se archivara la investigación.
La Policía Federal pidió al magistrado del TSF que lleva el caso, Edson Fachin, un plazo de cinco días extra para poder presentar el informe con la pericia de la grabación realizada por Batista.
Cuando finalice este proceso, el Procurador General de la República, Rodrigo Janot, decidirá cómo continuar, aunque la mayoría de los expertos apuntan a que denunciará tanto a Loures como a Temer, algo que podría ocurrir la próxima semana.