Se trata de un total de 75 objetos hallados en la vivienda de un coleccionista en la localidad de Beccar, un suburbio al norte de Buenos Aires. El hallazgo fue realizado mediante un operativo de la división de delitos culturales de la Interpol.
"Las primeras pericias que hicimos demuestran que estas piezas son auténticas. Están además junto a las fotos originales, lo que ilustra que esto se podía comercializar mostrando que fueron utilizadas por el horror, por el führer. Hay fotos de él con los objetos. Hay artilugios para medir las cabezas, que era la lógica de la raza aria", reveló la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tras ser condecorada por los líderes de la comunidad judía local.
Entre los artefactos hallados también hay binoculares, juegos de cubiertos, un reloj de arena, cuadros, una trompeta y la escultura del águila que identificaba al partido Nacional Socialista.
"Estaba la lupa original que usaba Hitler. (…) Ya recurrimos a historiadores que nos dijeron que, en efecto, se trata de la lupa original. Estamos haciendo contactos internacionales para profundizar", compartió Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal de Argentina, citado por AP.
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La Policía argentina dio con la colección nazi en el marco de una investigación que tenía como meta encontrar piezas de arte en una galería de la zona norte de Buenos Aires. La Unesco había dado la alerta roja sobre dichos objetos. Los agentes de la Interpol iniciaron un seguimiento de los movimientos del coleccionista y se toparon con la habitación secreta plagada de elementos con simbología nazi.
"Esto es inédito en la República Argentina, 75 piezas originales encontradas es histórico. Tiene que ver con la prueba irrefutable de la presencia de jerarcas escapados de la Alemania nazi", compartió Ariel Cohen Sabban, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), organización política de la comunidad judía de Argentina.
Entre las principales hipótesis que se manejan está que los artefactos pudieron haber entrado por medio de alguno de los jerarcas nazis que encontraron refugio en Argentina tras la Segunda Guerra Mundial. El caso más conocido es el de Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS y responsable de los operativos de traslados de judíos a los campos de concentración, y Josef Mengele, médico en el campo de concentración de Auschwitz.
El primero fue atrapado en 1960 por un operativo de agentes de inteligencia israelíes que lo trasladaron oculto a su país para juzgarlo y ejecutarlo por crímenes contra la humanidad. Mengele residió 10 años en Argentina hasta que, en 1959, escapó a Paraguay y luego a Brasil, donde murió ahogado.