Previamente, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció sus planes de presentar un proyecto de ley sobre la reintegración de Donbás, en el que se establecerá en particular el estatus legal de las acciones de los militares ucranianos.
Al mismo tiempo, el mandatario se opuso a la cancelación de la "operación antiterrorista", como llaman la operación militar en el este ucraniano, antes de la aprobación de la ley.
"De hecho la ley sobre la reintegración significa la declaración del estado de guerra (en Donbás), lo que permitirá a nivel oficial limitar más los derechos de la gente", dijo Kostenko.
Kostenko agregó que estas medidas por parte de Ucrania es una "máscara" para justificar la financiación recibida por Occidente.
Ucrania mantiene desde abril de 2014 una operación militar en varias áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de régimen ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en unos 10.100 muertos.