"La estimación del conjunto de las pérdidas imputables a la huelga, tanto las directas como las indirectas e inducidas, que reflejan el impacto total de la misma en la economía del país, superan los 55 millones de euros por jornada de huelga", destacó el Ministerio de Fomento a través de un comunicado.
"La huelga provoca la reducción de la competitividad y de la capacidad exportadora del sistema productivo español", prosigue el comunicado.
El ministerio de Fomento destacó que el seguimiento de la huelga en las dos anteriores jornadas fue del 98,5% y subrayó que los servicios mínimos decretados —que garantizan el 100% de las operaciones que afecten a mercancías perecederas, peligrosas— están siendo cumplidos con carácter general.
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Además del paro de esta semana, los estibadores tienen convocadas interrupciones en la actividad de los puertos españoles en horas impares los días 19, 21 y 23 de junio.
El conflicto entre estibadores y patronal portuaria se deriva del proceso de liberalización del sector emprendido por el Gobierno —y convalidado por el Congreso— en respuesta a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que en diciembre de 2014 se pronunció contra las sociedades de gestión de estibadores, encargadas de manejar la contratación en los puertos.
Los estibadores piden la subrogación de los más de 6.000 empleos del sector durante el proceso de liberalización, una exigencia que en principio la patronal se mostró dispuesta a aceptar.
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Sin embargo, el pasado 1 de junio se rompió la mesa de negociación entre ambas partes, por lo que los trabajadores decidieron dar ejecución a las jornadas de huelga que estaban en preaviso como medida de presión.