"Cada vez que nuestros socios veían a Rusia como un rival fuerte, imponían algunas restricciones bajo uno u otro pretexto. Así fue a lo largo de nuestra historia, no solo durante el período soviético", declaró el presidente ruso al responder a las preguntas de sus conciudadanos en la habitual edición anual 'Línea directa con Vladímir Putin'.
El mandatario ruso calificó de "anómala" esa situación.
"Todas esas restricciones no conducen a nada bueno, debemos procurar que la economía mundial funcione sin ellas", recalcó.
El producto interno bruto de Rusia disminuyó el uno% a causa de esas restricciones, según la estimación del Departamento de Estado de EEUU, o un poco más, según funcionarios europeos, indicó el presidente.
El impacto de las sanciones sobre la economía rusa, dijo, fue inferior al de la bajada de los precios del petróleo, el gas, los metales y otros renglones tradicionales de sus exportaciones.
Desde marzo de 2014, EEUU, la Unión Europea y algunos de sus aliados pusieron en marcha sanciones individuales y sectoriales contra Rusia por su actuación en la crisis de Ucrania.
Además de la prohibición de entrada y la congelación de activos para decenas de cargos públicos y empresarios, Occidente prohíbe exportar a Rusia armas, productos de doble uso y tecnologías para la producción de hidrocarburos y no permite a los bancos rusos financiarse a largo plazo.
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Rusia sostiene que no es parte del conflicto en Ucrania y que las sanciones son contraproducentes pero mantiene en respuesta, desde agosto de 2014, el embargo a algunas importaciones agroalimentarias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.