Los misiles que China está desarrollando están compuestos por un estatorreactor, un motor a reacción que utiliza el mismo oxígeno presente en la atmósfera para no tener que llevar el suyo propio, algo que los convierte en una opción prometedora. Las pruebas finalizaron con éxito, según los investigadores de la Corporación Científica Aeroespacial de China, y han sido calificadas por los expertos militares de "hito en el campo del desarrollo de motores".
El nuevo motor de los misiles chinos permitirá a los cazas J-20 lanzarlos a más de 6.000 kilómetros por hora, una distancia tres veces superior a la actual, lo que incrementaría el rango de alcance considerablemente y serían una opción aire-aire de gran movilidad, explica Song Zhongping, un experto militar, en el medio Global Times.
China está llevando a cabo importantes avances militares en los últimos años. El presupuesto del gigante asiático para fines militares ascendió a 144.00 millones de dólares en 2016, y hay quien teme el desarrollo técnico-militar de las Fuerzas Armadas Chinas.
China no es el único país que está desarrollando actualmente tecnologías hipersónicas. Rusia ha creado también el misil hipersónico Tsirkon, que ha logrado alcanzar una velocidad de Mach 8. EEUU también está probando proyectiles de este tipo, pero varios expertos aseguran que, en este ámbito, el país norteamericano va con retraso respecto a Rusia y China.