"Consideramos que para resolverlo (ese conflicto) es necesario celebrar una conferencia internacional con colaboración de Moscú y Washington", dijo el diplomático.
El embajador destacó la importancia de la cooperación entre los actores implicados en la solución del conflicto para lograr un enfoque común.
Indicó además que los esfuerzos de EEUU encaminados a organizar una reunión entre los líderes de Palestina e Israel son un paso hacia una conferencia internacional.
Nofal subrayó que el presidente palestino, Mahmud Abás, está dispuesto a reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pero Israel "siempre intenta encontrar una razón para evitar este encuentro".
Asimismo, destacó que Israel se empeña en atascar el proceso de paz en Oriente Próximo.
"La solución del problema palestino se vuelve una tarea cada vez más ardua. Cuantos siguen la situación política en Oriente Próximo, habrán notado que Israel trata de llevar este proceso a un túnel sin luz.
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El diplomático recordó en particular que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había propuesto este junio desmantelar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés).
Nofal reafirmó que "a pesar de lo importantes que han sido más de dos décadas de negociaciones con los israelís, nos movemos hacia una dimensión muy difícil".
"Para salir de la crisis hace falta incrementar los esfuerzos internacionales", subrayó.
Una de las principales fuentes de ingresos para Ramala es lo que Israel recauda en su nombre en territorios palestinos, unos 100 millones de dólares al mes, y la suspensión total o parcial de esas transferencias ha sumido a la ANP en una fuerte crisis financiera en más de una ocasión.
En cuanto a las colonias, los planes de Israel de llevar a cabo una nueva ampliación de los asentamientos judíos podría arruinar las negociaciones con Palestina, según alertó el embajador.
"Nos preocupa que tras esa 'ampliación' tan intensa no tengamos nada que negociar, puesto que (los israelíes) terminarían por ocupar todo el territorio" palestino, recalcó el diplomático.
Nofal recordó que en el momento de la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993, "el número colonos en los territorios ocupados era de unos 173.000".
"Consideramos que el cese de la construcción de asentamientos es la base para comenzar a negociar y la prueba más importante para mostrar si Israel quiere la paz o no", concluyó el embajador palestino.
Anteriormente, el Consejo Supremo de Planificación de la Administración Civil de Israel dio luz verde a las obras de 1.100 nuevas viviendas en colonias judías de Cisjordania.
Los palestinos reivindican en el marco del proceso de paz con Israel, actualmente suspendido, la creación de un Estado dentro de las fronteras de 1967 con capital en Jerusalén Este.
Israel, por su parte, se niega a volver a las fronteras de 1967 y compartir con los árabes la ciudad de Jerusalén, la que proclama como su "capital eterna e indivisible".