El jurado escogió al ganador de esta edición entre las 39 candidaturas presentadas por 17 países.
Sus dos detectores captaron en tres ocasiones estas perturbaciones en el espacio-tiempo producidas por la fusión de agujeros negros.
La Colaboración Científica de LIGO agrupa a unos 1.000 científicos de 15 países, incluida España.
"El premio reconoce el talento individual y la obra colectiva de más de mil investigadores de un centenar de instituciones de dieciocho países. El proyecto LIGO supone un reto tecnológico de primera magnitud", señala el jurado.
"La detección de ondas gravitacionales abre una nueva ventana para el estudio del universo, que permitirá descubrir nuevos fenómenos y alcanzar regiones del espacio-tiempo no accesibles con las técnicas actuales", concluyeron.
El Premio Princesa de Asturias es el más importante de España y está dotado con una escultura de Joan Miró —símbolo representativo del galardón—, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.