"Estoy profundamente preocupado por el bienestar de unas 400.000 personas de ambos lados de la línea de contacto en la región de Donetsk en el este de Ucrania que llevan cuatro días sin un acceso seguro al agua potable a causa del bombardeo del 11 de junio contra la estación de filtrado de primera elevación en el sistema de conducción de agua del Sur de Donbás", dijo en un informe.
O'Brien señaló que "el abastecimiento de agua para otras 700.000 personas también está colgado de un hilo".
"Recuerdo a todos los bandos del conflicto su compromiso de respetar las aéreas e infraestructuras civiles y que la obstrucción intencionada del acceso al abastecimiento de agua en las zonas afectadas por el conflicto es una violación directa del derecho internacional humanitario", subrayó.
Anteriormente la empresa Aguas de Donbás anunció que el funcionamiento de la estación de filtrado de primera elevación en el sur de Donbás está suspendido por un bombardeo.
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Los uniformados ucranianos acusaron a las milicias de atacar la estación.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Según la ONU, las hostilidades han provocado unos 10.100 muertos desde el inicio de la crisis.