El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, y la vicepresidenta y también canciller de Panamá, Isabel de Saint Malo, firmaron en Pekín un comunicado que implica la intención de ambas naciones de establecer relaciones diplomáticas. Esto conduce, además, a la ruptura de las relaciones con Taiwán, según anunciaba el presidente panameño, Juan Carlos Varela.
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Alexandr Jarlámenko, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias de Rusia, recordó en su comentario para Sputnik que hasta hace poco nada parecía advertir este cambio en la arena internacional. Incluso, la jefa del Gobierno taiwanés, Tsai Ing-wen, fue invitada en el verano de 2016 a la ceremonia de apertura del modernizado canal de Panamá.
El repentino giro de Panamá hacia un acercamiento con Pekín tiene como trasfondo los recientes escándalos financieros en Brasil, Ecuador, Venezuela y otros países de América Latina, que implican a Panamá como centro económico de la región. Las investigaciones son promovidas por EEUU y tienen como meta combatir los privilegios 'offshore' que ofrece Panamá a sus contrapartes.
Los proyectos alternativos al canal de Panamá impulsados por el capital chino (como el canal de Nicaragua o la vía férrea transcontinental Brasil-Bolivia-Perú), pudieron haber sumado más causas para el acercamiento entre ambos países, consideró Jarlámenko. De realizarse, la nación centroamericana podría perder su estatus de monopolista en el transporte interoceánico.
"China siempre se verá obstaculizada por el hecho de que, en los acuerdos que traspasan a Panamá el control sobre el canal, EEUU siempre aparece como el responsable por su seguridad. Esto, por supuesto, limita la verdadera soberanía de Panamá".
Es precisamente por el control estadounidense por lo que Panamá no había entablado relaciones diplomáticas con la China continental, estimó Jarlámenko. No obstante, el desarrollo de la cooperación económica y las inversiones chinas que inevitablemente le seguirán, pueden estimular al país centroamericano a tomar medidas más activas para salir del paraguas político de EEUU, concluyó.