El destino puede jugar muchas veces malas pasadas en los momentos menos esperados. En el caso de una pareja de la localidad de Avon, en Connecticut, sucedió el día que iban a dar el 'sí' en el altar. Habían elegido un trolebús de época para llegar a la iglesia, pero la mala suerte los llevó a que el motor tomara fuego.
Afortunadamente, el conductor llevaba un extintor, por lo que el accidente no pasó a mayores. Los bomberos llegaron al lugar con un equipo de cuatro oficiales. Como el fuego ya había sido apagado, los integrantes de la fuerza se dedicaron a 'salvar' la boda.
"Nuestro equipo ofreció a los novios un aventón a su recepción en Avon, que fue gentilmente aceptado", publicó el cuerpo de bomberos voluntarios de la localidad en su cuenta de Facebook.
Afortunadamente, las únicas llamas que encendieron esta historia fueron las del amor eterno, ya que la pareja llegó finalmente a la iglesia.