Al mismo tiempo, reafirma la decisión de continuar la lucha armada hasta que todas las fuerzas extranjeras se retiren de Afganistán.
La grabación fue distribuida entre periodistas por el portavoz del Movimiento Talibán, Zabiullah Mujahid.
El atentado del 31 de mayo fue reivindicado por Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), pero la Inteligencia afgana sospecha que lo planificó la Red Haqqani, un grupo de insurgentes en Afganistán y Pakistán próximo a los talibanes y que también podrían estar involucrados los servicios secretos paquistaníes.
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En 2012 EEUU incluyó a la Red Haqqani, responsable de algunos ataques contra las tropas aliadas en Afganistán, en su lista negra de organizaciones terroristas.