"Este túnel es lo que está faltando para completar el corredor bioceánico central que une Porto Alegre en Brasil con el puerto de Coquimbo en Chile. Este fragmento es la unión a través de la cordillera de Los Andes. Está ubicado en San Juan y Coquimbo, son dos túneles paralelos de 13,9 km cada uno", explicó Zini.
Al concretarse será el túnel más largo de Latinoamérica y por eso supone para la Entidad Binacional Túnel de Agua Negra (EBITAN) un desafío muy complejo. La obra está ubicada sobre los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, con una diferencia de 465 metros entre ambos extremos.
"Esto ha llevado 13 años de estudio. El emprendimiento va a permitir una entrada al Pacífico, lo que implica un enorme impacto a nivel económico para la región, ya que deja de ser un sitio terminal pegado a la cordillera para tener una salida al océano. Este paso permitirá tener una gran ventaja logística", indicó.
"Lo pagan en proporción a la obra realizada en cada uno de los países. El desarrollo de la traza es de 28% en Chile y un 72% en Argentina, pero los costos se estiman en 35% y 65% porque el kilómetro lineal es más caro del lado chileno, ya que tiene una cobertura mayor. Al ser una pendiente que se va suavizando del territorio argentino, se utilizan sistemas de sostenimientos que hacen que sea más económico el kilómetro de ese lado de los Andes. Ambas naciones financian la obra a través de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por la totalidad del costo de la obra", destacó el ingeniero.
El paso de Agua Negra no tiene únicamente un valor comercial y logístico, sino que planea incorporar una vertiente científica. El mismo límite entre Argentina y Chile será el punto donde se ubicará el Laboratorio de los Andes, donde se efectuarán estudios de neutrinos y materia oscura, de manera similar a como se hace en el CERN, ubicado en las montañas entre Suiza y Francia. Al concretarse, el laboratorio suramericano será el primero de su tipo en el hemisferio sur. No solo los países sede se beneficiarán de estas instalaciones, sino la comunidad científica global.
"Este tipo de laboratorio, que estudia estas partículas, debe hacerlo sin interferencia de rayos cósmicos. Tiene que tener una cobertura de protección por encima bastante importante. (…) Hay 1.750 metros de montañas, por encima de los 1.400 metros que necesita de escudo protector", explicó Zini.