"En cumplimiento del mandato democrático, hoy hemos celebrado un Consejo Ejecutivo extraordinario para ratificar de manera conjunta el ejercicio del derecho legítimo a la autodeterminación de una nación milenaria como Cataluña mediante un referéndum que se celebrará el 1 de octubre de este año", comunicó Puigdemont en una comparecencia ante la prensa.
"La respuesta que den los ciudadanos, en forma de sí o de no, será un mandato que este Gobierno se compromete a aplicar", dijo el presidente catalán.
El jefe del Ejecutivo autonómico hizo un llamamiento a todos los ciudadanos para que asuman "con la máxima dignidad" el derecho "inalienable" de las personas a "decidir el futuro político de su país".
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Puigdemont lamentó que el Gobierno de Mariano Rajoy haya rechazado negociar un referéndum pactado que los representantes catalanes buscaron "el último día" para dar solución al "problema real y profundo" sobre su relación con el resto del Estado.
"Siempre hemos presentado propuestas y todas han sido rechazadas o recortadas", aseveró el presidente catalán.
A su modo de ver, la negativa de Madrid a negociar una consulta pactada no es –tal y como asegura el Gobierno central– un asunto de marcos jurídicos sino de voluntad política.
Además, el presidente catalán recordó que esta decisión se encuentra en línea con el compromiso que adquirió el pasado 28 de septiembre tras someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento catalán.
En aquella ocasión, Puigdemont declaró que la solución a la cuestión catalana pasaba únicamente por la celebración de un referéndum y manifestó su voluntad de trabajar para realizar esa consulta de manera pactada, pero con el compromiso de llevarlo a cabo de manera unilateral si no se alcanzaba un acuerdo con Madrid.