1. Leche sin pasteurizar y zumos de fruta preparados
La leche sin pasteurizar contiene bacterias que pueden ser perjudiciales para la salud. A pesar de que son muchos los que apuestan por la leche cruda argumentando que la pasteurización elimina sus propiedades nutricionales, Marler sostiene que los beneficios de saltarse este paso no compensan el riesgo de consumirla sin pasteurizar.
2. Brotes crudos
Los brotes de legumbres crudos han sido la causa de 30 casos de salmonella y E. Coli en Estados Unidos durante los últimos 20 años, afirma Marler. El letrado asevera que son demasiados como para no atender al riesgo de intoxicaciones por su consumo. En 2014, 19 estadounidenses fueron hospitalizados por casos de salmonella.
Marler subraya que todos los brotes de legumbres —de soja, alfalfa o lentejas, por ejemplo- pueden propiciar intoxicaciones bacterianas si se consumen crudos.
3. Carne poco hecha
¿Al punto, muy hecha o poco hecha? Según Marler, la opción más peligrosa es comsumir la carne poco hecha. Este tipo de productos necesita ser cocinado hasta el final porque, si no, "cualquier bacteria en la superficie de la carne puede llegar hasta el interior". Así que las hamburguesas que pide Marler siempre están muy hechas y cocinadas. Tal y como recomienda él, a unos 70ºC.
4. Fruta ya cortada y verduras ya limpias
El abogado asegura que evita estos productos "como si se tratara de plagas". Explica que, cuanto más procesado está un alimento, más probabilidades hay de que sea peligroso. "Estamos acostumbrados a la comodidad de productos como los paquetes de ensalada y los trozos ya pelados de esto y aquello", prosigue Marler. Una comodidad que, según el letrado, no compensa el riesgo.
5. Huevos crudos o poco hechos
La epidemia más reciente de salmonella fue en 2010 y causó casi 2.000 casos de intoxicación por haber consumido huevos poco hechos. Así que Marler también prefiere los huevos bien hechos, afirma. No obstante, reconoce que el riesgo de intoxicación es mucho menor que hace 20 años.
6. Ostras crudas y otros mariscos
Los manjares más selectos tampoco se libran de la lista de alimentos desaconsejados por el norteamericano. Los mariscos, y en especial las ostras, representan una grave amenaza para la salud. "Las ostras se alimentan por filtración, lo que significa que recogen todo lo que hay en el agua", explica. Así que, de haber alguna bacteria, la ostra la absorberá, con el consecuente riesgo para quien la consuma cruda.