El Parlamento de Turquía aprobó el 7 de junio un proyecto de ley que permite desplegar militares turcos en una base militar en Catar y cooperar en el adiestramiento de los gendarmes de este país.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, islas Maldivas y Comoras, así como Mauritania, también Jordania decidió rebajar el rango de las relaciones diplomáticas con Catar retirando a su embajador.
"La decisión que tomaron ayer los parlamentarios tiene que ver sin duda con la crisis de Catar, que aceleró la aprobación de este documento que se venía coordinado durante mucho tiempo en el Legislativo" reconoció y al mismo tiempo subrayó que la decisión no apunta contra Arabia Saudí y significa un apoyo a Catar y un aporte a la garantía de la seguridad.
Cuando la base esté lista del todo —sería en octubre de 2018— podrá dar cabida a unos 3.000 militares y gendarmes.
"La decisión que se tomó ayer permite emplazar un contingente, pero no especifica su número ni la pertenencia a las tropas concretas, recibiremos una información más detallada cuando este próximo el fin de las obras de construcción", dijo y expresó la esperanza de que el emplazamiento del contingente turco en Catar no lleve a aumentar la tensión entre Turquía y EEUU.
"EEUU tiene en el golfo Pérsico una base con 11.000 efectivos que se encuentran allí desde 2003 a solicitud del Gobierno de Catar, la decisión sobre la estancia de militares turcos se tomó en 2014 y de tener Washington pretensiones habría podido expresarlas más de una vez en tres años transcurridos", señaló.
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También recordó que Catar es uno de los socios principales de Turquía en la región y que precisamente desde este punto de vista debe enfocarse la decisión de Ankara de prestar apoyo militar a Doha.