"Arabia Saudí ha interpretado el apoyo inequívoco de EEUU como un cheque en blanco para presionar al resto de los países. Catar ha puesto un límite. Detrás de eso hay una pelea inter árabe por los recursos de hidrocarburo. Catar es el segundo país del mundo en cuanto a reservas gasíferas, solo detrás de Rusia", indicó.
El 5 de junio Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Yemen, Maldivas y Libia Oriental rompieron relaciones diplomáticas con Catar. Concentraron así la atención mundial por la secuelas que puede tener esa decisión para una zona ya de por sí convulsionada. El pequeño emirato fue acusado de injerencia en asuntos internos, de alinearse con Irán y de financiar grupos terroristas.
El acercamiento con Irán y la búsqueda por desarrollar una política exterior propia, son señalados como una de las causas de este conflicto, que ocurrió dos semanas después de la visita de Donald Trump a Arabia. Desde allí, el presidente norteamericano acusó a Irán señalando de promover el terrorismo y desestabilizar la región.
Por la ruptura diplomática, el espacio aéreo de esos Estados fue vedado para la poderosa Qatar Airways, que desde principios de mes está redirigiendo casi todos sus vuelos por el espacio aéreo de Irán. Esta compañía auspicia al Barcelona Fútbol Club. Catar, además de por sus reservas gasíferas es conocido por los rascacielos de su capital, Doha, por la famosa cadena de televisión Al Jazeera y por ser el organizador del Mundial de Fútbol 2022.
La razón de esta dureza es, para el analista, la intención de "hacer que el pequeño reino cambie su política exterior, se aleje de Irán y deje de apoyar a la Hermandad Musulmana". Según él, la medida contra Catar está relacionada con los discursos de Donald Trump en en su visita a ese país. No es casualidad que los Estados sunitas salden cuentas con Catar", señaló.
En efecto, el 6 de junio, Trump se atribuyó vía Twitter la autoría intelectual de lo que está pasando en el Golfo: "En mi reciente visita al Medio Oriente dije que no podía haber financiamiento a las ideologías radicales. Los líderes apuntaron a Catar, ¡miren ahora!".
During my recent trip to the Middle East I stated that there can no longer be funding of Radical Ideology. Leaders pointed to Qatar — look!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 6, 2017
Y agregó: "Qué bueno que la visita a Arabia Saudita con el rey y otros 50 países esté dando resultados". "¡Quizás este será el principio del fin del horror del terrorismo!", expresó.
So good to see the Saudi Arabia visit with the King and 50 countries already paying off. They said they would take a hard line on funding…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 6, 2017
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 6, 2017
Para Botta hay un elemento clave a considerar: el paso del tiempo. "Si en los últimos 25 años nos acostumbramos a que la única potencia extra regional de Medio Oriente a considerar era EEUU, hoy también hay que tener en cuenta a Rusia. Esto queda demostrado por su rol en Siria, su involucramiento en Yemen, Libia, por su colaboración en Egipto e Irán. Los saudíes están llevando adelante una política que ya no existe en la actualidad. Rusia es una potencia con intereses globales. Medio Oriente no es una excepción", destacó.
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Gaón considera que Catar está en una encrucijada y que no se puede quedar bien al mismo tiempo "con los iraníes, con la Hermandad Musulmana y los regímenes conservadores en Egipto y Arabia Saudí". Para el experto, "esta es la manera que tienen los países de la región para decirle que el tiempo se acabó", concluyó.