El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se sumó a la lista de los partidarios de esta iniciativa, instando a Donald Trump a que considere poner en marcha en EEUU el programa, que ya ha sido introducido en Canadá y Finlandia.
"(…) Los medios están discutiendo si esta idea, altamente popular en Silicon Valley, es un tipo de programa de diseño de la sociedad del futuro", apunta Wasserman.
A pesar de todas las ventajas de la iniciativa, la introducción del ingreso básico universal conllevaría algunas trampas, apunta Wasserman. Por una parte, implicaría el rechazo por parte de las autoridades de una sociedad de todas sus responsabilidades y obligaciones.
"De hecho, el ingreso básico universal significa que la sociedad ha dejado de tratar de luchar contra el paro y ya no intenta crear nuevos puestos de trabajo, sino que simplemente echa a las personas fuera de la vida, a pesar de que paga por su existencia", reflexiona el autor.
A juicio de Wasserman, la sociedad debe reivindicar las capacidades de cualquier persona debido a que la gente es el único recurso —y bastante escaso— del que dispone la sociedad.
Según Wasserman, el multimillonario estadounidense podría haberse dado cuenta de la amenaza que emana de las multitudes cuyas capacidades no están en demanda. Un individuo es muy activo por su naturaleza, por lo cual, en el caso de no tener la oportunidad de actuar de forma constructiva, empieza a actuar de forma perjudicial, explica.
"Es posible que Zuckerberg ya entienda que el desempleo masivo crea una situación explosiva, pero sigue sin darse cuenta de cómo sería posible evitar esta explosión", indica.
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Estos refugios, según el experto, son búnkeres en las que es posible vivir de manera independiente durante varios años. En otras palabras, "estas personas ya sienten la posibilidad de eventos catastróficos venideros".
"Los búnkeres son una manifestación de miedo, no acompañado de argumentos razonables. Creo que la propuesta de Zuckerberg es un fenómeno (…), generado por el miedo y no por el pensamiento sano", concluye Wasserman.