Takebe hizo hincapié en su estatura ya en el propio nombre de la campaña, pues la joven nipona considera que esa es una de las principales razones que le han impedido encontrar a su otra mitad. Sus 1,78 metros son ideales en su profesión como modelo, pero se convierten en un obstáculo para el amor, dado que los hombres japoneses miden 1,70 como promedio.
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— The Japan Times (@japantimes) 17 de maio de 2016
"Desde la infancia siempre me he preocupado por lo alta que soy. (…) A menudo me llamaban giganta y me comparaban con el Monte Fuji", reveló Tomoko Takebe en una entrevista con Sputnik.
Con los 500.000 yenes recolectados, Takebe pudo sacar adelante el encuentro y pagar todos sus costos, desde el alquiler del local, la organización de la fiesta, las ropas que vistió y la transmisión online de las citas, donde los donantes, además de asistir al acto, podían también hacerle preguntas.
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— The Japan Times (@japantimes) 19 de maio de 2017
Takebe reveló a Sputnik que la campaña cristalizó gracias al consejo de una de sus amigas, que sugirió el micromecenazgo como forma de hallar a un hombre también dispuesto a realizar el omiai —tradición japonesa donde un varón y una mujer se conocen con el objetivo de concertar matrimonio—.
Su insólita campaña alcanzó el resultado deseado: la joven conoció a su actual novio, quien, según ella, se sorprendió con la actitud de Takebe y decidió acudir a la cita. La pareja ya tiene planes de boda, reveló la modelo.
"Nos estamos preparando para casarnos, pero, cuando empezamos a salir, acordamos que no había prisa y que nos tomaríamos uno o dos años antes de la boda", detalló.
La campaña le ha traído a Tomoko Takebe no solo a su futuro marido, sino también un nuevo empleo.
"Después de que empecé el micromecenazgo, el director de la compañía Campfire se puso en contacto conmigo y me ofreció trabajar con ellos. (…) Este proyecto me ha permitido conocer a mi otra mitad y, además, encontrar un nuevo trabajo. ¡Estoy feliz!", concluyó la chica.