"No decimos que hay que retirar las dos lanzaderas y otros equipos que ya fueron desplegados, pero debemos esperar antes de desplegar los demás", dijo el alto funcionario.
Previamente, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, ordenó una investigación especial sobre la llegada sin permiso oficial de estas cuatro lanzaderas para aclarar por qué no fue notificada al Gobierno ni a la población.
Según la agencia Yonhap, el Gobierno surcoreano permitió importar solo dos lanzaderas de misiles en el marco del despliegue del THAAD.
El sistema está diseñado para detectar e interceptar misiles balísticos; una batería THAAD incluye 48 misiles interceptores.
En un principio estaba previsto que la batería estuviese operativa a finales de 2017 a más tardar.
A finales de abril, el jefe del Comando del Pacífico de EEUU, almirante Harry Harris, dijo que entraría en servicio "en los próximos días".
Tanto Seúl como Washington afirmaron reiteradamente que el THAAD solo pretende contrarrestar la amenaza norcoreana. Tokio también expresó su apoyo a esta iniciativa.
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Sin embargo, Pekín y Moscú sospechan que en el fondo EEUU busca aumentar su presencia en la zona y monitorear las defensas china y rusa.