"Es un proyecto puramente geopolítico que no refuerza la seguridad de la OTAN, es obvio, más bien conllevará gastos adicionales para los países miembros porque habrá que acondicionar el territorio de Montenegro en términos militares", dijo al término de las negociaciones con su par eslovaco, Miroslav Lajcak.
Según Lavrov, a cambio de la lealtad a las sanciones contra Rusia a Montenegro le impusieron el ingreso a la OTAN.
"Creo que esta tendencia nos hace regresar a una política de las líneas divisorias en Europa que socava numerosos compromisos solemnes de líderes occidentales sobre la necesidad de garantizar una seguridad igual e indivisible y que, al fin y al cabo, conducirá a un callejón sin salida", expresó.
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Subrayó que Rusia "está dispuesta a dialogar pero en pie de igualdad, a base de hechos concretos considerando los potenciales militares".