El equipo de científicos británicos estaba encabezado por el paleontólogo Mike Buckley. Según el artículo publicado en el portal especializado Phys, el experimento se llevó a cabo con el fin de averiguar si existe riesgo de que los supuestos péptidos de dinosaurio —que podrían ser utilizados en el proceso de 'resurrección' de este animal— procedieran en realidad de animales modernos, como avestruces o caimanes, utilizados por los laboratorios, a través de la llamada contaminación bacteriana.
"El descubrimiento de proteínas en los huesos de dinosaurio envió una onda de choque alrededor del mundo, tanto entre los científicos como entre el público. Parecía que la ficción estaba haciéndose realidad mediante la aplicación de nuevas técnicas", indicó el líder del estudio.
Sin embargo, los resultados de los análisis de las muestras óseas de los dinosaurios Tyrannosaurus Rex y Brachylophosaurus mostraron que tenían fuertes coincidencias moleculares con los péptidos de los avestruces modernos.
"Nuestro trabajo se propuso identificar las huellas dactilares de colágeno para los avestruces y cocodrilos, y no tenía la intención de desacreditar estudios anteriores. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que nuestros resultados estaban cuestionando el paradigma de que el colágeno podría sobrevivir los estragos de tiempos remotos", concluyó Buckley.
De este modo, la humanidad ha perdido toda la esperanza de visitar un parque Jurásico en el futuro… al menos por ahora.