Yemen se suma así al bloqueo diplomático impuesto horas antes por Bahréin, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, que acusaron a Catar de apoyar el terrorismo y desestabilizar la situación en el Medio Oriente.
El Gobierno yemení responsabilizó a Catar del apoyo a los grupos radicales en Yemen y avaló la decisión de excluirlo de la coalición árabe que interviene en el conflicto desde marzo de 2015.
"Queda claro que Catar tiene el trato con las milicias de golpistas hutíes y apoya a grupos extremistas", cita Al Arabiya el comunicado oficial.
La aerolínea bandera de los EAU, Etihad Airways, y otras compañías locales, Flydubai y Emirates, suspenden los vuelos a Doha a partir del martes.
Catar tiene una sola frontera terrestre, con Arabia Saudí, y es separado por un estrecho de Bahréin en el golfo Pérsico. El corte de comunicaciones lo reduce prácticamente a la condición de Estado insular.
El conflicto entre Catar y otros actores regionales se desató después de que la agencia de noticias QNA difundiera las supuestas declaraciones del emir catarí a favor de normalizar las relaciones con Irán.
El discurso fue publicado una semana después de la cumbre de EEUU y varios países musulmanes en Riad, en la que el anfitrión del encuentro, Arabia Saudí, condenó a Teherán en nombre de todos los participantes por implementar una política hostil en la región.
La actual crisis diplomática entre Catar y otros países de la región no es la primera.
En 2014, Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos retiraron a sus embajadores de Doha en protesta por el apoyo catarí a organizaciones chiíes que consideran terroristas.