"[La OAK] está pasando por una etapa de reorganizaciones. Estamos creando cuatro unidades especializadas, entre ellas, la unidad de aviación de combate. Esta será integrada por MiG, Sukhoi y otras empresas vinculadas con el diseño, la producción y el mantenimiento de los aviones militares", comentó Sliúsar citado por el servicio de noticias ruso RNS.
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"Valoramos enormemente a MiG y su competencia en el diseño y la producción, y nadie va a privar a la compañía de su nombre", precisó Sliúsar al responder a la pregunta sobre la posible unión de los dos consorcios.
El comentario del presidente de la OAK coincide con las declaraciones del ministro de Comercio e Industria ruso, Denís Mantúrov, quien aseguró anteriormente que, en cualquier caso, "la marca y la escuela de los consorcios aeronáuticos MiG y Sukhoi se conservará", se realice o no su integración económica.
MiG y Sukhoi son dos empresas aeronáuticas rusas quizás más conocidas por sus productos insignia: el caza ligero MiG-29 y el caza pesado Su-27. En el período tras la disolución de la URSS ambas vivieron tiempos turbios.
Además, la empresa es el principal contratista para la creación del caza furtivo ruso de quinta generación, T-50.
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Su rival, MiG, permaneció en una relativa oscuridad hasta tiempos recientes, cuando volvió a estar en la mira de los militares rusos y extranjeros con su proyecto del caza MiG-35 —una profunda modernización de su emblemático antecesor, el MiG-29—.
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