El columnista explica que el embajador se retirará este otoño, al finalizar su período de destino en la capital rusa. El relevo será un acontecimiento importante en las relaciones ruso-estadounidenses, observa el autor.
"Por primera vez, EEUU será representado en Rusia no solo por un diplomático, sino también por uno de los políticos estadounidenses más famosos, cuya biografía está asociada con otra región del planeta", señala Petrov.
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Huntsman trabajó en el Departamento de Comercio de EEUU durante la Presidencia de George Bush. Además, fue gobernador del estado de Utah, donde logró un aumento del presupuesto y del número de puestos de trabajo. Su carrera diplomática está conectada con Asia, dado que fue embajador de EEUU en Singapur y China.
Aunque su trabajo en Pekín fue criticado por Trump, el diplomático y el mandatario de EEUU coinciden en una serie de cuestiones, señala el periodista. Por ejemplo, los dos se pronuncian a favor del fortalecimiento de las políticas proteccionistas en materia económica.
El posible nuevo destino de Huntsman como embajador de EEUU en Rusia podría significar que Trump apuesta por un hombre experimentado que sabe cómo lograr los resultados deseados, que tiene experiencia en países alejados de la realidad de EEUU y que no está bajo sospecha de tener predilecciones ideológicas, reflexiona Petrov.
Sin embargo, podría haber otra explicación para el nombramiento, observa el autor.
"Es posible que Trump prefiera considerar las relaciones con Rusia solo en el contexto de los contactos con China. Por lo tanto, quiere nombrar como embajador en Moscú a un experto en asuntos del gigante asiático. Si esto es así, entonces el presidente de Estados Unidos está cometiendo un error, uno de los muchos que ha cometido desde que asumió el cargo", concluye.