"Snowden no es un traidor, en absoluto. Él no traicionó los intereses de su país. Tampoco transfirió a otro país alguna información que fuera perniciosa para su pueblo. Todo lo que hace Snowden, lo hace públicamente", aclaró Putin.
"Pienso que no debía haber hecho lo que hizo. Si no le gustaba en el trabajo, para el cual había sido contratado, debía haber pedido la baja simplemente", comentó el líder ruso.
A juicio de Putin, Snowden "fue más lejos" y "era su derecho".
"Ahora bien, si me preguntan a mí, si es correcta o no esa actuación, mi respuesta es 'no'", concluyó.
Edward Snowden desveló en junio de 2013 la existencia de programas globales de ciberespionaje en EEUU y el Reino Unido.
La Justicia estadounidense imputa al filtrador delitos de espionaje, robo y transferencia no autorizada de propiedad gubernamental. Cada cargo presentado podría costarle a Snowden hasta 10 años de prisión.
Además: Extendido por tres años el permiso de residencia para Edward Snowden en Rusia
Una encuesta realizada en enero por el Centro Nacional de Estudios de la Opinión Pública, VCIOM, demostró que el 71% de los rusos (hasta un 89% entre los que dicen estar familiarizados con el caso) se oponen a la idea de extraditar a Snowden a EEUU para mejorar las relaciones bilaterales.