"La ciudad más protegida del mundo no es Washington DC, es Moscú. (…) La capital rusa es el único lugar del planeta que está defendido con misiles de ojivas nucleares", dice el autor, Kyle Mizokami.
"EEUU decidió colocar el sistema Safeguard en torno a la base aérea Grand Forks en el estado de Dakota del Norte (…) pero estuvo en funcionamiento durante un corto período y luego fue desmontada. No tenía sentido proteger ese único lugar con un sistema enormemente costoso", sigue.
Mientras, la URSS, explica el autor, tenía un gobierno altamente centralizado, cuya capital era el centro de todo.
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"La destrucción de Moscú con un ataque nuclear inesperado podría paralizar la capacidad de la URSS de responder y como resultado apareció el sistema A-35, un complejo de defensa antiaérea destinado a proteger a Moscú en caso de una guerra nuclear", indica.
"El sistema ABM fue actualizado a mediados de los años 70. El nuevo sistema A-135 fue diseñado no solo para proteger a la capital de una guerra nuclear, sino también de un ataque limitado. (…) A los iniciales 32 lanzamisiles se agregaron los nuevos 68, Moscú adquirió en total 100 instalaciones antimisiles, permitidas por el Tratado", concluye.