"Debemos ser un factor de conciliación y de arbitraje para constituirnos en un referente de construcción de paz en el planeta", señaló Valverde al destacar la presidencia temporal de Bolivia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que inicia este 1 de junio.
Sin embargo, advirtió que el embajador boliviano ante las Naciones Unidas, Sacha Llorenti, deberá manejar con habilidad las herramientas diplomáticas para "separar lo político de lo estrictamente diplomático".
"La diplomacia boliviana lamentablemente se ha caracterizado por mezclar lo político con lo diplomático, no ha tenido la habilidad para manejar ambas dimensiones que tienen sus propias características y tratamiento específico", declaró Valverde.
En opinión del experto, Bolivia tiene la oportunidad de poner en práctica lo que el Gobierno de Evo Morales ha llamado la diplomacia de los pueblos y la vocación pacifista del país para mejorar los niveles de comunicación y entendimiento entre las naciones.
En ese marco, Valverde señaló que tanto la guerra en Siria como las crisis en Venezuela y Brasil deberán ser parte de la agenda que promueva Bolivia para generar espacios de diálogo.
"El entendimiento y la complementariedad tienen que ser posibles y el único mecanismo para trabajar en ello son las herramientas diplomáticas", insistió.
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Bolivia ejercerá la presidencia de ese organismo por un mes.