Las fechas de los contratos abarcan suministros hasta el año 2028.
Las cuotas —vigentes en EEUU desde 1992 como medida de restricción de los suministros del material nuclear ruso y modificadas en 2008— previstas hasta el 2020 y valoradas en el 20% de las necesidades del mercado atómico estadounidense, ya están casi usadas, según el ente. Las cuotas para los años 2011-2016 se agotaron por completo.
El primer suministro de este tipo data del año 1987, bajo los acuerdos soviético-estadounidenses sobre el uso del uranio de grado militar para la generación de energía.
A pesar de la "inestable coyuntura política y económica", el mercado norteamericano siempre fue importante para Tenex, y la empresa gozaba del apoyo de sus socios estadounidenses en el momento de modificar las restricciones comerciales establecidas por Washington.
En la actualidad, otras filiales de Rosatom penetran el mercado estadounidense. Así, la empresa atómica TVEL —fabricante de combustible nuclear destinado a reactores de diferentes tipos— diseñó su primer producto adaptado a las centrales nucleares de EEUU, donde busca ofrecer una alternativa viable frente a los fabricantes locales.
Rusia mantiene el liderazgo en el sector nuclear a nivel internacional. El proyecto más destacado de la industria nuclear rusa es Proriv (Avance, en español), que busca dominar las tecnologías de los reactores seguros de ciclo de combustible cerrado.
Esto acabaría con los problemas esenciales de la energía nuclear: el constante aumento de los desechos nucleares y los riesgos para el medioambiente, haciendo de la energía atómica una fuerte alternativa al naciente sector de la energía renovable.