"Le diré lo mismo que llevo diciendo desde que ese acontecimiento se inició, que estoy a lo que dispongan los tribunales", respondió, escuetamente, al ser preguntado por los periodistas por su citación para declarar en persona el próximo 26 de julio en la Audiencia Nacional.
En un escrito dirigido a la Audiencia Nacional, la Presidencia del Gobierno pidió realizar la declaración por videoconfederencia argumentando que "es la más adecuada dado que la presencia física de Rajoy en el juzgado implicaría un despliegue importante de recursos públicos" por "razones de seguridad".
No obstante, la Audiencia decidió rechazar la petición de Rajoy, dado que no comparece como presidente del Gobierno, sino como ciudadano español.
En su declaración como testigo, el presidente español deberá responder cuestiones relativas a la primera etapa del caso Gürtel, que investiga la corrupción en torno al Partido Popular entre 1999 y 2005.
En esa época Rajoy ocupó puestos de gran importancia a nivel orgánico ya que fue secretario general del partido entre 2003 y 2004, año en el que dejó el cargo para convertirse en presidente de la formación política conservadora, posición que mantiene actualmente.
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La declaración de Rajoy será la primera ocasión en la historia de la democracia española en la que un presidente del Gobierno comparezca en un juicio por corrupción.