"Alrededor de 1,3 millones de ucranianos recibieron el año pasado los permisos de trabajo temporal que Polonia otorga a los ciudadanos de su vecino del este, y 116.000 más recibieron permisos a más largo plazo. Ambas cifras se multiplicaron por seis desde 2013", señala el periódico.
La mayoría de los migrantes se sienten atraídos por la posibilidad de ganar en Polonia cinco veces más de lo que cobrarían en su país, en parte debido a la fuerte devaluación de la moneda ucraniana, la grivna.
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Tres de cada diez empresas polacas experimentan dificultades a la hora de encontrar la mano de obra, especialmente para realizar trabajos manuales, de acuerdo con una encuesta realizada por la consultoría Work Service en febrero pasado, y casi el 40% de las compañías se declaran dispuestas a contratar a ucranianos.