"En las escuelas del país este es un tema tabú y por eso los jovenes no tienen herramientas para identificar situaciones de abuso sexual. Muchos tienen miedo de pedir información. Existe una cultura que le niega el derecho a los menores. Se toma a sus cuerpos como objetos y no como sujetos de derechos. Las situaciones de abuso se callan durante años, por lo general se dan en entornos cercanos con familiares, profesores o vecinos", aseguró.
Según datos del Fondo de Población de Naciones Unidas, el embarazo adolescente en Paraguay aumentó el 62% en los últimos 10 años. Además del impacto emocional que provoca, la gestación también tiene altos riesgos físicos, debido a la falta de desarrollo de la niña-madre. El 17% de las muertes maternas se dan en adolescentes. En 2014, por ejemplo, 28 niñas fallecieron a raíz de complicaciones al dar a luz, según la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF, por sus siglas en inglés).
"No hay una atención integral a las víctimas de abuso sexual. Los funcionarios públicos no están preparados para atender estos casos. En la escuela también es necesario que las autoridades tengan la instrucción necesaria. Muchas veces se somete a los abusados a largos interrogatorios, se les revictimiza, ni ellos ni su entorno reciben asistencia. Por fin, si se encuentra a un responsable, se le otorga una pena de entre dos a cinco años. La víctima se queda totalmente desamparada", concluyó González.