"Nosotros, los Líderes del G7, estamos unidos en expresar nuestro más profundo pesar y condolencia a las familias de las víctimas del brutal acto terrorista en Mánchester en el Reino Unido, condenamos en los términos más firmes posibles el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones", según el documento.
La declaración contiene varios compromisos antiterroristas para cumplir, entre ellas lucha contra el "uso indebido de internet por terroristas", cortar las "fuentes y canales de financiación del terrorismo" y "reforzar la cooperación entre agencias fronterizas".
En la noche del 22 de mayo, poco después de que terminara un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, se produjo una explosión en los alrededores del estadio Manchester Arena.
El atentado se saldó con 22 muertos, entre ellos 12 niños, y decenas de heridos, mientras una decena de personas todavía se dan por desaparecidas.
El grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) reivindicó ese ataque; ocho personas se encuentran detenidas.