La Administración de Estados Unidos ha presentado ante el Congreso su presupuesto del Pentágono para el año fiscal 2018 (que se inicia el 1 de octubre de 2017). El proyecto de Donald Trump asigna una suma total de 668.000 millones de dólares para el Departamento de Defensa, 4.800 millones de los cuales serán destinados a contener "la amenaza Rusa". El año anterior esta cifra no sobrepasaba los 3.400 millones de dólares.
Según los documentos obtenidos y citados por la cadena RT, el programa de instrucción de los Boinas Verdes incluirá clases cinco veces a la semana durante unas tres o seis semanas. Los especialistas que impartirán las clases deberán tener un diploma de bachillerato y excelentes conocimientos del idioma ruso.
"Da la impresión de que los Boinas Verdes, con nuevas fuerzas y financiamiento, se estarían preparando para trabajar en lo profundo de la retaguardia rusa", anotó para Sputnik el analista Alexandr Jrolenko.
Anteriormente, una empresa alemana buscaba extras que supieran hablar ruso para participar como civiles en unos ejercicios militares del Ejército de Estados Unidos.
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Quién es quién ('Kto yest kto', en idioma ruso)
Las fuerzas especiales de EEUU, conocidos como los Boinas Verdes, fueron creadas en 1952 para realizar operaciones de reconocimiento y sabotaje en el exterior. Su sede principal radica en Birmingham, estado de Alabama. El comando del grupo dedicado a las operaciones en Europa y Asia occidental (10th SFG — 10th Special Forces Group) radica en Fort Carson, estado de Colorado, aunque tiene una base provisional en la ciudad de Stuttgart, Alemania.
Los Boinas Verdes han participado en operaciones en Bosnia, Kosovo, Afganistán, Irak. Según algunos analistas, el líder libio Muamar Gadafi también habría sido asesinado con la participación de las fuerzas especiales de EEUU. A finales de 2016, varias unidades de los Boinas Verdes fueron desplegadas en Hungría, Rumania, Bulgaria y Estonia.
"Está claro que a la hora de la verdad, el conocimiento del idioma ruso no les ayudará ni a los Boinas Verdes, ni a cualquier otro militar estadounidense. Sea como sea, de acuerdo con la tradición histórica establecida, cada agresor en Rusia tiene el derecho de encontrar sus dos metros cúbicos de tierra. Creo que es con esta tradición del pueblo ruso, con la que deberían ser instruidos en primer lugar los 'especialistas' del Pentágono", ironiza Alexandr Jrolenko.