"Creo que no sólo en el trabajo, sino en la vida en sentido general, el humor es nuestra boya salvavidas, que permite encontrar amortiguadores en situaciones muy difíciles", dijo Zajárova a la emisora Komsomolskaya Pravda.
"¿Cómo es posible reaccionar ante eso? Con la cara muy seria, no hay manera", afirmó.
Según Zajárova, no hay nadie más detrás de los chistes que expresa en las redes sociales y reuniones informativas, sino que son de su propia inspiración.
"En el cuadro de la conferencia de seguridad de Múnich, aparecen Steinmeier, Lavrov y Hammond —cancilleres de Alemania, Rusia y Reino Unido, respectivamente—. Les piden que den su estimación de la probabilidad del fin de la violencia en Siria, previsto por la resolución del Grupo de Apoyo para Siria. Steinmeier responde de forma concisa: "51%". Lavrov explica que todas las partes deben cumplir sus obligaciones, implementar las medidas acordadas y cooperar para lograr un arreglo. Como tiene ciertas dudas, responde: "49%". Hammond afirma que todo es culpa del Kremlin: 100%".
El formato del mensaje de la portavoz de la cancillería rusa coincide con la estructura de los chistes populares rusos donde los protagonistas son extranjeros —usualmente tres— que muestran los rasgos estereotípicos de su carácter nacional en diferentes situaciones. En la mayoría de los casos, los protagonistas son alemanes, franceses y estadounidenses junto con un personaje ruso.