Perder algo es un sentimiento universal, pero cuando la pérdida se ha producido en un lugar concurridísimo y gigantesco, como el metro de Moscú, las posibilidades de recuperar nuestras cosas son realmente escasas.
Sin embargo, en una pequeña oficina de la estación Kotelniki, tres empleados del metro se dedican a guardar celosamente todos los objetos perdidos —y encontrados— en el metro de la capital rusa. Hasta allí se acercan personas como Vagán Ambartsumián, que pregunta por la mochila de su hija.
"Perdió una mochila con libros y una tarjeta de acceso para el instituto. Ella tenía prisa y había mucha gente y vio que se había olvidado la mochila dentro del vagón cuando las puertas se estaban cerrando", comenta.
A pocos metros de la oficina donde se atiende a los pasajeros en busca de sus pertenencias se encuentra el depósito de objetos perdidos. Allí, entre estanterías, a oscuras, esperan a su dueño.
Elena Nadiozhkina, responsable del almacén, es la encargada de guiarnos por este rincón de la desmemoria. A primera vista, lo que más llama la atención, es un peluche desangelado, que reposa apoyado contra la pared. No cuesta imaginarse el disgusto que tuvo que llevarse el niño o la niña que viajaba con él cuando se percató de que lo había dejado atrás.
"Es difícil destacar una historia sobre las demás"
Para Elena, todos los objetos que se guardan aquí son especiales: "Cada historia es interesante y original. Siempre es muy agradable ver la alegría en los ojos de las personas cuando recuperan sus cosas, porque para ellos sus cosas tienen un valor incalculable", explica.
Cuando se le pregunta por cuál es el objeto que más le gusta, se dirige rápidamente a una de las estanterías y de la parte superior saca un cuadro, que bien podría decorar cualquier casa rusa.
Pérdidas difíciles de explicar
Los moscovitas pierden en su metro sobre todo mochilas, paraguas y móviles, pero sin duda, los objetos más inquietantes del depósito son tres sillas de ruedas, que plegadas entre las estanterías, esperan a su dueño.
Los interrogantes que se plantean al pensar cómo alguien puede olvidar una silla de ruedas son difíciles de resolver, pero ahí están, como el testigo mudo de un milagro. "Me gustaría pensar que su dueño podrá recuperarla", comenta Elena junto a una de las sillas.
Un misterioso maletín y una maleta llena de reptiles
También hay pasajeros que pierden su billetera… y también los hay que, en lugar de quedársela al encontrarla, la entregan a la policía, que está presente en muchas estaciones del suburbano. Para recuperar una billetera, los pasajeros tienen que dar detalles sobre cómo es y qué cantidad de dinero había en su interior, así como qué tarjetas contenía o dónde se perdió.
"La suma de dinero más grande que ha pasado por mis manos son más de 200.000 rublos [unos 3.500 dólares]", afirma Elena, que hace algo más de un año que trabaja en el departamento. El dinero se encontraba en un maletín negro que fue entregado por un pasajero. "Desgraciadamente, nadie ha venido a recuperarlo".
Otro de los misteriosos objetos encontrados en el metro de la capital rusa fue una maleta térmica llena de reptiles, que apareció en enero de 2017. Afortunadamente, "al día siguiente de encontrarse, apareció su dueño y se pudo llevar a los animales", explica Elena.
Un Kaláshnikov para el Día de la Victoria
Uno de los objetos que llaman la atención es un fusil de asalto tipo Kaláshnikov de juguete, que también espera en una estantería a que alguien venga a buscarlo.
"Después de las fiestas de mayo llegó a nosotros un juguete muy divertido… un fusil, me imagino que alguien fue al desfile del Día de la Victoria con este juguete, es la primera vez que tenemos algo así", cuenta Elena.
Historias con final feliz
Una vez pasados seis meses, según la normativa de la compañía, los objetos guardados son destruidos. Solo un tercio de ellos son recuperados a lo largo de este tiempo.
Maxim Chest es el protagonista de una de las historias con final feliz que se viven en este depósito. "Trabajo como repartidor y olvidé un pedido en el metro. Hablé con el policía de la estación y él me mandó para aquí. Tuve que esperar un día y hoy he pasado a recogerlo con mi pasaporte, todo ha ido muy rápido", comenta aliviado.
Un 35% más de objetos perdidos en lo que va de 2017
Desde el Metro de Moscú informaron de que, en lo que va de año, el número de objetos perdidos ha aumentado un 35% con respecto al mismo período del año anterior. Cada mes llegan a este lugar alrededor de 300 objetos, cuya tipología cambia en función de la época del año y van desde paraguas a gorros, aunque también pueden encontrarse carritos para niños, bicicletas o libros electrónicos.
Un último consejo útil
Elena recomienda dejar algún tipo de información de contacto en nuestras pertenencias si queremos recuperarlas más rápidamente, para facilitar que desde la compañía se puedan poner en contacto con el propietario y devolverle sus cosas, al fin y al cabo, en eso consiste el trabajo de estos tres empleados del metro de la capital rusa.