El Mil Mi-24, conocido por la OTAN como Hind, fue desarrollado en 1968, en la planta de helicópteros Mil de Moscú. Su fabricación masiva empezó en 1971, en tiempo récord. Pronto entró en batalla en 1976, en Afganistán, donde empezaría a forjar su leyenda. Vamos a comentar sus características y ver el poder del Mil Mi-24.
1. La mordida del 'cocodrilo'
El Mil Mi-24 posee un cañón de 23 milímetros Gsh-23L en la torreta, junto con otra pieza de 30 milímetros Gsh-30K en el fuselaje, dotándolo de una gran potencia de fuego. Al mismo tiempo, dispone de dos ametralladoras pesadas de 12,7 milímetros, una de las cuales posee cuatro tubos, para la lucha contra la infantería ligera enemiga.
Para la caza de tanques, el Mil Mi-24, tiene cuatro lanzacohetes UV-32-57, cada uno de los cuales dispone de 32 cohetes de 57 milímetros y cuatro misiles AT-2 Sagger o AT-6 Spiral, que lo convierten en el terror de las formaciones de blindados.
El Mil Mi-24 tiene varios roles de combate: cazacarros, apoyo a la infantería, escolta, combate contra otros helicópteros enemigos, y contrainsurgencia. Esto le permite adaptarse a cualquier situación de combate, como lo avalan los más de 40 conflictos militares en los que ha participado.
Sus dimensiones son de 19,79 metros de largo por 6,5 de ancho. Con el equipo completo, el peso del helicóptero es de 12 toneladas con una tripulación de 2 personas. Puede volar hasta una altura de 4.495 metros y tiene una velocidad de ascensión de 750 metros por minuto.
El protagonista de esta hazaña fue el piloto soviético de pruebas Gurgen Karapetián, quien llego a alcanzar los 368,4 km/h.
Puede transportar hasta ocho soldados garantizando su seguridad gracias a su pesado blindaje que, combinado con su rapidez, le hace ser un objetivo difícil de alcanzar por la defensa antiaérea convencional. En Afganistán, hasta que EEUU no proporcionó misiles Stinger a la muyahidines, el Mil Mi-24 era indestructible.
2. Legado Glorioso
Actualmente, se han fabricado más de 3.500 Mil Mi-24 en 40 países, desde Polonia hasta Corea del Norte. Aunque pueda ser criticado por muchos, sus más de 45 años de servicio y su uso generalizado en fuerzas de todo el mundo son una prueba de que la tecnología soviética, como los clásicos literarios, nunca pasa de moda.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK