La institución está cumpliendo 15 años en 2017, y si bien su objetivo no es la seguridad, sí lo toma como eje central de su tarea bajo la premisa de que una internet más segura contribuye a crear sociedades más justas.
Hablamos sobre los espionajes masivos de los gobiernos, el avance de los delitos informáticos, la necesidad de fomentar la educación tecnológica y acerca del perfil de los latinoamericanos que navegan por la red, en su gran mayoría jóvenes de entre 18 y 25 años, que lo hacen mediante telefonía móvil.
"Es delicado darse cuenta que los gobiernos siguen teniendo prácticas de vigilancia masiva y que al mismo tiempo no hay mecanismos eficientes o efectivos de mantener esos datos de manera confidencial, secreta, solamente a la mano de jueces o autoridades cuando se requiera. Eso es preocupante porque tiene que haber un balance entre lo que el gobierno considera que efectivamente atiende a la seguridad nacional y donde se empieza a poner un pie en los derechos de los individuos", indicó Robles.