Crisis política en Brasil: imposible contener las bromas

"¡Qué vergüenza de mis nietitos! Qué vergüenza!", decía el cartelito colgado en el cuello de la estatua del emblemático político brasileño Tancredo Neves, en su ciudad natal, São João del-Rei, en Minas Gerais, al sureste del país. Sus nietos, el senador actualmente suspendido Aécio Neves y su hermana Andrea protagonizaron junto al presidente del país, Michel Temer, las más recientes denuncias por sobornos. La imagen se viralizó en las redes sociales en Brasil.

​La difusión de grabaciones de Aécio en las que el senador negocia cargos directivos en la estatal Petrobras y pide dinero para pagar su defensa en las investigaciones en su contra resultaron en la suspensión inmediata de su mandato y en la prisión de su hermana y asesora.

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Aécio fue derrotado en las últimas elecciones presidenciales en Brasil, en 2014, por la entonces presidenta, Dilma Rousseff, quien terminó destituida de su cargo dos años después en un juicio parlamentario liderado por políticos investigados por corrupción, entre ellos el senador. Su nombre figuraba como uno de los principales candidatos a presidir el país en el comicio previsto para 2018.

La carrera política de Aécio heredó la fama de su abuelo, quien entró para la historia durante el proceso de redemocratización del país al ser electo, por la vía parlamentaria, como el primer mandatario civil tras dos décadas de dictadura militar. Sin embargo, Tancredo Neves fue internado en 1985 por problemas de salud antes de asumir el cargo y falleció poco después.