El columnista de National Interest, Sebastien Roblin, ha llamado a la cúpula militar estadounidense a reflexionar sobre el tema en su reciente artículo. Según el analista, a pesar de que Rusia ha desarrollado varios modelos de misiles de crucero para su marina de guerra, son precisamente los Kalibr los que constituirán la mayor amenaza para EEUU en los años venideros.
Desde principios de 1990, EEUU ha lanzado cientos de Tomahawk desde sus buques y submarinos contra objetivos en el Medio Oriente, los Balcanes, África del Norte y Afganistán. Su capacidad de acertar en blancos a una distancia de hasta 1.600 kilómetros ha hecho de estos misiles los más populares en los propios EEUU y Reino Unido. Pero no los únicos en el mundo, advierte el columnista.
En 2015 y 2016 Rusia blanqueó posiciones de las fuerzas extremistas en Siria tanto desde el mar Mediterráneo como desde el Caspio, sobrevolando el espacio aéreo de Irán e Irak.
"De esta manera Rusia demostró su capacidad de atacar a largas distancias", recuerda Roblin.
La familia de los Kalibr cuenta con una docena de variantes. Así, a modo de ejemplo, la versión antibuque tiene el menor alcance efectivo, pero es capaz de alcanzar velocidades supersónicas (Mach 3) y bajar hasta los 4,6 metros en su trayectoria, lo que la hace casi imposible de neutralizar para los sistemas de defensa de los buques. La versión terrestre no consigue esas velocidades, pero tiene un alcance de hasta 2.400 kilómetros.
El columnista apunta que Rusia ha apostado por la estrategia de fuerza 'distribuida'. "La idea es que en una era de misiles de largo alcance cada vez más letales, puede ser más sabio extender la potencia de fuego a través de múltiples plataformas más pequeñas y prescindibles, en lugar de poner todos los huevos en una canasta grande, costosa y vulnerable".
Roblin añadió que Estados Unidos también está tratando de crear un sistema de distribución de armas y uno de sus elementos principales serían los prometedores buques de combate litoral (LCS). Sin embargo, el proyecto se enfrenta a retos importantes, uno de los cuales es que para esos buques no se hacen misiles, comparables en sus capacidades con los sistemas Kalibr.