"No hay una ley que criminalice la homofobia en el país, que haga que las personas abran los ojos y desaprueben eso; la impunidad fortalece la violencia diaria", remarcó el activista del GGB, Genilson Coutinho, en declaraciones a la Agência Brasil.
En su opinión la legislación brasileña provoca una "banalización" de esas muertes y recuerda que cada 25 horas un homosexual es asesinado en este país.
La última víctima mortal de la homofobia y la transfobia en Brasil fue Tadeu Nascimento, un transexual de 24 años que fue encontrado sin vida el pasado 5 de mayo en su domicilio de Salvador de Bahía (noreste) con un tiro en la cabeza y marcas de haber sido salvajemente golpeado.
El 17 de mayo se celebra a nivel internacional el Día contra la Homofobia para celebrar que en esa fecha de 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.