"No cabe ninguna duda que Cuba será el segundo destino en toda Latinoamérica, después de México, y será uno de los grandes destinos del mundo, tiene todas las condiciones para eso", había adelantado en rueda de prensa el presidente y fundador de SAHIC, Arturo García, en vísperas del encuentro en el Meliá Cohíba de La Habana, que comenzó el lunes.
Del encuentro anual, destinado a promover negocios en hoteles, turismo y proyectos inmobiliarios en América Latina y el Caribe, participan unos 250 empresarios, la mayoría estadounidenses.
Sobre la primera vez que esta comunidad de negocios se reúne en la mayor de las Antillas, el fundador de SAHIC opinó que "marcará un antes y un después".
Sin embargo, aclaró que ve lo logrado por la isla en este campo como "una gran punta del iceberg" porque lo espectacular "está por suceder".
Acompañado en la presidencia de la reunión del presidente del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en inglés), David Scowsill, García elogió hoy la organización del foro al cual calificó de "un sueño cumplido" luego de ocho años de gestiones para realizarlo con la participación de inversionistas, desarrolladores, cadenas hoteleras y directivos de varias regiones del planeta que buscan oportunidades y encuentran la otra parte.
Scowsill, en tanto, resaltó el dinamismo de la esfera turística en la actualidad, cuyo aporte de 292 millones de empleos representa un 30 por ciento de todos los puestos de trabajo vinculados a la exportación de servicios en el mundo, y enfatizó en que constituye una oportunidad especial esta reunión de análisis de Cuba.
La directora de Comunicación del Ministerio de Turismo de Cuba, Yanet Ayala, recalcó en una de las conferencias del lunes el ambiente de paz y seguridad existente en el archipiélago cubano, muy favorable para la actividad turística.
Recordó que en 2016 por primera vez Cuba sobrepasó los cuatro millones de visitantes extranjeros y significó que con más de 67 000 habitaciones en 336 hoteles el país está abierto a la inversión extranjera en este sector.
En los debates de la primera jornada, la jefa del departamento docente del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas de Cuba, Alina Hernández, ofreció una panorámica del turismo en el país y mostró mapas sobre las regiones más importantes para esta esfera de la economía.
Alexis Trujillo, viceministro primero de esa cartera, redundó sobre la espiral creciente de la industria del ocio y su importancia para Cuba al dar la bienvenida a los delegados al capítulo Cuba-2017 de SAHIC.
Los arribos de visitantes extranjeros en 2016 crecieron en un 13 por ciento respecto al año anterior, y según los cálculos publicados en medios de prensa por el asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial José Luis Rodríguez ese indicador pudo significar un aporte a las arcas del país de unos tres mil millones de dólares.
Rodríguez opinó que la industria turística cubana resaltó en esos 12 meses como el área de mayor desempeño y de mayor impacto positivo, en una etapa en que el Producto Interno Bruto de la isla decreció 0,9 puntos porcentuales.
Influyó en esas favorables estadísticas el comportamiento creciente de la incorporación de vuelos a Cuba, incluso provenientes de Estados Unidos tras una suspensión de más de medio siglo, lo cual contribuyó significativamente al incremento de los viajes de norteamericanos a la isla caribeña, pese a que todavía no pueden venir a vacacionar por las restricciones del bloqueo económico, comercial y financiero de Washington contra La Habana.
Adicionalmente, a partir de 2016 se consolidó la moda de llegar en cruceros a La Habana y a otros puntos del país con el inicio de periplos hacia puertos de la isla de los buques MSC Armonia, Adonia, Europa II, Odissey, Saga Pearl II, Artemia, Saga Shapire, M/V Hamburg, Le Ponand y MSC Boudicca.
Por su parte, volvieron a atracar en Cuba otros hoteles flotantes como Panorama II, Ocean Dream, Thomson Dream, MSC Opera, Sea Cloud, Star Flyer, Serenisima, Thot Heyerdahl y Celestial Cristal.
En este contexto de auge en un sector priorizado por las autoridades en la estrategia de desarrollo económico del país hasta 2030, el Ministerio de Turismo y los operadores de los puertos y aeropuertos buscan como aliados a turoperadores e inversionistas extranjeros que contribuyan a la transformación de Cuba en un destino más competitivo por la variedad y calidad de sus servicios.