"Estamos muy preocupados por que las tecnologías de ICBM sigan desarrollándose, hay que compartir estas preocupaciones, por ejemplo con los países del G7, y ejercer una fuerte presión sobre Corea del Norte", dijo Abe citado por la cadena NHK.
El misil alcanzó una altura de más de 2.100 kilómetros y voló unos 800 kilómetros, hasta que cayó en el mar del Japón (mar del Este) a unos 400 kilómetros de la costa coreana.
En 2016, el régimen norcoreano llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares y más de veinte pruebas de misiles balísticos desafiando las prohibiciones de las Naciones Unidas.
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El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó desde 2006 seis resoluciones que conminan a Corea del Norte a abandonar el desarrollo de sus programas nuclear y de misiles; las dos últimas, aprobadas en 2016, endurecen en grado considerable las restricciones internacionales contra Pyongyang en materia comercial y bancarias.