"La investigación no dio ningún indicio de que el ataque tuviera un origen terrorista", dice el despacho.
De ahora en adelante, será la Fiscalía de Dortmund la que se encargará de la investigación.
El sospechoso, Sergej W., probablemente cometió el ataque "solamente por intereses monetarios", indica el ente.
El pasado 11 de abril, una triple explosión se produjo al paso del autobús del Borussia Dortmund que se dirigía a su estadio para disputar un partido de cuartos de final de la Champions League contra el As Mónaco.
El jugador español Marc Bartra resultó herido por un cristal roto y también un agente de policía que iba en moto cerca del autobús.
Días antes del ataque, Sergej W., ciudadano alemán de origen ruso, había comprado 15.000 acciones del Borussia Dortmund.
El sospechoso hubiera podido obtener ganancias importantes en el caso de la evolución de los precios de las acciones por la muerte o lesiones de los jugadores.