Un vídeo publicado en la cuenta de YouTube demuestra el proceso de sumersión. No obstante, sin tocar el propio fondo como punto de referencia visual, no se puede apreciar el funcionamiento del aparato.
En este sentido, otra grabación es más representativa, ya que documenta la sumersión a 660 metros (el aparato alcanza el fondo a las 01:30 del vídeo):
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El aparato se maneja y transmite los datos a través de un cable. Los diseñadores planean alcanzar el punto más profundo del Baikal —unos 1.600 metros— tras adaptar el vehículo para soportar la presión de hasta dos kilómetros de profundidad.
La característica más destacada del robot es su pequeño tamaño y peso —de unos 15 kilogramos—. Además, su producción es muy barata.
Para comparar, los robots sumergibles contemporáneos que suelen realizar tareas de observación a las profundidades máximas de 1.000 metros tienen un peso de entre 100 y 200 kilogramos.
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El Laboratorio de Robots Submarinos fue inaugurado en el 2000 como centro de desarrollo de los aparatos submarinos.