"A lo largo de estos años hemos implementado campañas con mensajes claros para la prevención del abuso, y sobre todo que la ciudadanía comprenda que de acuerdo a la Ley 1680/01 del Código Nacional de la Niñez y la Adolescencia asuma que todos somos responsables pues el artículo 5 habla del deber de denunciar", dijo González.
Cuatro niñas por día son víctimas de abusos sexuales en Paraguay, según un informe realizado por el Ministerio de Salud Pública y divulgado la pasada semana.
Su cartera está trabajando de manera articulada para sistematizar todos los datos y establecer un único registro que permita establecer políticas públicas a través del Sistema de Información sobre los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (Sidna), un sistema de indicadores para la medición, monitoreo y seguimiento del estado de los derechos de la niñez y la adolescencia en Paraguay.
En esas cifras, el ministerio estima que "hay un gran número aún de subregistros ya que el 70% de los abusos se dan en el entorno familiar y los integrantes blindan cualquier tipo de información", observó.
Embarazo en la infancia es abuso
Una de las señales del abuso sexual a menores es la ocurrencia de embarazos en niñas y adolescentes.
De hecho, los embarazos de niñas de 10 a 14 años están tipificados como abuso sexual, y anualmente se registran alrededor de 600 casos de niñas que quedan embarazadas en esta franja de edad, dijo a Sputnik la médica Gladys Mora, asesora técnica de la dirección general de programas de salud del Ministerio de Salud de Paraguay.
"Se está trabajando en fortalecer lo que cada institución está haciendo y trabajar en sincronía para mejorar la atención, prevención de abuso sexual y mejorar sobre todo la ruta de protección que se debe tener en el momento en el que se detecta un caso sospechoso, probable o ya confirmado, en donde vemos que también tenemos debilidades", añadió Mora.
Cifras
Pero el responsable de la Dirección Ejecutiva de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, Aníbal Cabrera, dijo a esta agencia que en su país el tema de las cifras y de la tasas es problemático.
Una niña que tiene entre 9 y 13 años de edad y que fue abusada tiene menos probabilidades de quedar embarazada que una mayor, entonces las cifras oficiales solo contemplan a las que sí quedaron embarazadas luego del abuso y que llegaron al término de esa gestación y dieron a luz, pero no a las otras, por lo tanto las cifras no reflejan la realidad del universo de abusos.
"Hay un subregistro de niñas que fueron violadas, pero que no se embarazaron o que no llegaron al término del embarazo y eso no está del todo registrado, entonces lo que vemos con este número es la punta del iceberg de la violencia hacia las niñas", agregó Cabrera.
Además, al cruzar la cantidad de bebés que nacieron de madres niñas de entre 9 y 13 años, el número no se corresponde con la cantidad de denuncias de violación o de abuso que deberían estar registradas, tanto en la policía como en las fiscalías.
Origen
Las principales causas tienen "que ver primero con una cultura de violencia generalizada hacia los niños y las niñas" y "luego hay toda una cultura machista de la violación que también se cruza fuertemente con estos datos y sustenta este tipo de abusos", expresó Cabrera.
Además, añadió, en Paraguay "hay un círculo de violencia tan fuerte, tan grande, que hace que las mujeres no tengan las posibilidades de poder hacer las denuncias a sus parejas, o hacia quienes abusan de los niños".
Por otra parte, el activista afirmó que el origen de estas cifras también puede estar vinculado a que el sistema de protección de niñez está absolutamente desfinanciado.
Asimismo, desde que asumió el actual Gobierno en 2013 "ha reducido de forma acumulada hasta 2017 el presupuesto de la Secretaría de la Niñez en un 13%", añadió.
Durante 2016 el Ministerio Público de Paraguay recibió 2.008 denuncias por abuso infantil, más de cinco por día.