"Hemos decidido reorganizar la lucha contra el contrabando. (….) Eso no es ninguna agresión a Chile", dijo el mandatario citado por la Agencia Boliviana de Informaciones (ABI).
Morales hizo esas declaraciones al referirse a la decisión de su Gobierno de movilizar efectivos de la F-10 hacia la frontera con Chile, hecho que fue calificado por el canciller de ese país, Heraldo Muñoz, como una "acción delicada".
"Chile tiene que estar vigilante, y por cierto, defender nuestros intereses y nuestro territorio, pero lo importante es mantener una actitud prudente y no escalar a algo que pudiera ser peligroso", declaró el martes el canciller chileno según consignó el diario boliviano La Razón.
Al respecto el presidente Morales sostuvo que las fuerzas bolivianas se movilizarán "contra el contrabando y no contra el pueblo chileno".
"Tenemos algunos grupos especializados en la Policía y Fuerzas Armadas; cuando hay que defender la economía, cuando hay que defender nuestras empresas y combatir el contrabando van a estar ahí, eso no significa ninguna agresión", remarcó el gobernante.
Los gobiernos de Bolivia y Chile mantienen una tensa relación, que se ha visto agravada desde el 19 de marzo con la detención de nueve ciudadanos bolivianos en la frontera entre ambos países.
A esto se suma la negativa de La Moneda de otorgar visa de ingreso —hasta ahora- a tres funcionarios bolivianos que pretendían viajar hasta Iquique (norte chileno) para visitar a los detenidos.
El 28 de marzo Chile negó la visa de ingreso a ese país al ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira, acusándolo de haber difundido mensajes contrarios al Gobierno a través de las redes sociales.
El pasado martes se le negó la visa al presidente del Senado, José Alberto Gonzales y este miércoles a la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño.
Bolivia ha calificado el hecho como un acto de "intolerancia" de parte del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Bolivia y Chile rompieron relaciones diplomáticas en 1978.