El secretario general de la ONU, António Guterres, encabezará el encuentro junto con el presidente somalí, Mohamed Abdullahi Farmajo, y la primera ministra británica Theresa May.
"Es importante mantener a Somalia dentro de la agenda internacional (…) la agria experiencia nos ha enseñado que no podemos permitirnos reducir esfuerzos y focos cuando un país está emergiendo del conflicto", declara sir Nicholas Kay, enviado especial para el Cuerno de África, en la web del ministerio británico de Exteriores.
Unas 40 delegaciones tomarán parte en el evento en Lancaster House, desde jefes de Estado y de Gobierno de países vecinos, al secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, o representantes de China y Rusia, entre otros.
Destaca además la presencia en Londres de los dirigentes de las cinco nuevas regiones federales de Somalia, así como de responsables del FMI y otras instituciones financieras internacionales.
Tres grandes temas dominarán las sesiones de la tercera conferencia sobre Somalia organizada en Europa desde 2012.
Por una parte, la urgencia en activar la ayuda humanitaria para paliar los efectos de la incesante y severa sequía que ha dejado al país al borde de la hambruna.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, 700.000 personas estarán en alerta alimentaria este junio y un millón de somalís se verán forzados a abandonar sus hogares por falta de agua.
Por otro lado, se recabará apoyo internacional al Plan Nacional de Seguridad que fue acordado en abril por el Gobierno y los presidentes de las federaciones.
El fomento económico y las reformas políticas centrarán también los debates de esta reunión que, según fuentes ministeriales, aspira a acordar una "hoja de ruta" para aliviar la deuda de 5.300 millones de dólares en un país con un PIB anual de 3.000 millones de dólares.